Por: Horacio Duque
La combinación de las diversas formas de lucha para derribar el Estado capitalista y darle vía libre a una revolución socialista de obreros y campesinos, es una ley de la teoría revolucionaria descubierta y puesta en práctica por Lenin y el POSDR en su titánica lucha contra la tiranía zarista en Rusia, que condujo a la instauración del Estado soviético en 1917.
Dicha ley es pieza clave de la teoría socialista. No es un invento o capricho de conspiradores de oficio.
En su definición de la combinación de las formas de lucha, Lenin indicaba que la dirección política e ideológica del proletariado, para alcanzar sus objetivos estratégicos debía acudir a todas las formas de lucha revolucionaria, priorizando aquella que el contexto político y la correlación de fuerzas señalaran como la fundamental, sin excluir a las demás.
Todas las formas de lucha (sindical, huelguística, electoral, parlamentaria, el mitin, la manifestación callejera, la propaganda, la ideológica, las tomas de tierras, de fabricas, de oficinas publicas, de carreteras y la armada de las milicias), corresponden a una racionalidad política porque se despliegan por las masas populares, no son instrumentos caprichosos de minorías políticas delirantes y mesiánicas, aisladas de las mayorías populares, estructuras provocadoras al servicio de la burguesía y los grupos dominantes en la sociedad capitalista.
En Colombia, la combinación de las formas de lucha fue incorporada a la estrategia revolucionaria de la clase obrera y los campesinos por el Partido Comunista Colombiano, cuya táctica y programa se sustenta en el marxismo-leninismo, la plataforma doctrinal del socialismo y la democracia popular.
En su larga y fecunda historia, el Partido Comunista ha promovido las diversas formas de lucha de masas del pueblo colombiano, entre las que se incluye la autodefensa de masas y la acción guerrillera de resistencia y ofensiva contra la violencia terrateniente, paramilitar e imperialista.
La combinación de todas las formas de lucha de masas en nuestro país tiene plena vigencia y es la garantía real que permitirá destruir la retrograda y antidemocrática estructura de poder que prevalece en Colombia y que gestiona el señor Uribe Vélez, representante de las mafias del narcotráfico, de los escuadrones de la muerte y las multinacionales norteamericanas.
Descalifican la combinación de las formas de lucha los reformistas que posan de "izquierdistas" pero resguardados en lujosos apartamentos blindados por la Embajada americana con los dineros del Plan Colombia, y también los reaccionarios, como Uribe Vélez, empeñado en perpetuar a punta de plomo y exterminio su Estado Comunitario, verdadero embeleco neoliberal.
Cali, 13 de agosto de 2006.
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